- No te dejaría.
Nestor muy disgustado por la respuesta de su madre le dijo:
- Da igual.
El chico se fue a su habitación mientras su madre, algo sorprendida por las preguntas de su hijo, bajó las escaleras y se acomodó en el sofá. Néstor se levantó, se vistió y se fue a por el dragón que estaba escondido detrás de las puertas de la terraza. Cogió su abrigo, se montó encima del dragón y echaron a volar. La sensación que sintió el chico fue tremenda, a lomos de su dragón sobrevoló las grandes montañas que rodeaban la población, los campos de cultivo… y se dirigió a la casa de Alima.
Cuando llegaron, Nestor cogió una pequeña piedrecita que había en el suelo y la lanzó a la ventana de la chica.
Alima se asustó al oír el ruido que hizo la piedra, se levantó y muy cautelosa se asomó a la ventana. Miró a un lado y a otro viendo únicamente al gran dragón. Entonces gritó con fuerza.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaah.
La chica estaba tan asustada que no reparó en la presencia de Néstor, este bajando la voz le dijo entre susurros:
- ¡Cállate! Se va a enterar todo el pueblo.
- ¡¡¡Ten cuidado con el dragón!!! > - Volvió a chillar la chica.
- ¡¡¡Te quieres callar!!! Es mío, no hace nada. ¿Te gusta?
- Bromeas, ¡Me encanta! – Volvió a gritar ahora entusiasmada. -Yo también quiero uno.
Néstor se montó en el dragón, este extendió sus grandes alas, las batió con fuerza y ambos se elevaron hasta llegar a la habitación de Alima. La chica estaba encantada y sin poder reprimir su felicidad le dijo:
- ¿Te has traído el libro?
- Si. – Respondió el chico con una sonrisa dibujada en los labios.
- ¿Y el lápiz?
- No.
La chica sonrió conocedora de la personalidad del muchacho y le comentó con aire de superioridad.
- Sabía que se te olvidaría, pero no te preocupes, te dejo uno.
Néstor se coló por la ventana mientras el dragón continuaba sobrevolando la casa de la chica.
- Toma. – Le comentó Néstor mientras le entregaba el libro. - Ahora te toca a ti.
La chica cogió el libro y con letra firme escribió:
<<UN DRAGON MORADO>>
De repente entre relámpagos, apareció un hermoso dragón morado, era enorme, tenía unos grandes ojos rojos y de su cabeza brotaban unos pequeños cuernos color oro.
Nada más aparecer, el dragón de Néstor gritó con fuerza y se tiró en picado hacia la habitación de de la chica, como respuesta el dragón morado salió de la habitación y se enzarzaron en una gran pelea.
Los dragones se desgarraban con sus grandes garras, se escupían fuego, se mordían… Los chicos estaban consternados, se habían quedado paralizados observando la cruenta batalla. Fue Alima la que reaccionó cogiendo de nuevo el libro y escribiendo…
<<QUE PAREN DE PELEAR>>
De inmediato los dos grandes dragones se quedaron parados mirándose el uno al otro……..
Autora: Sara Telo Salcedo.
Coautores: 3º Ciclo